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Movidas y paranoias: Mis Crónicas Vampíricas. Fascículo 11º.

Movidas y paranoias

11.11.07

Mis Crónicas Vampíricas. Fascículo 11º.

Una vez ante el príncipe la líder Tzimisce se mostró sumisa, puesto que aunque era cerca de unos 300 años mayor que este, sabía que si quería que su grupo tuviese la más mínima posibilidad de quedarse en la ciudad, debería actuar con cautela, y ello requería mostrar respeto ante el príncipe, por que de lo contrario no dudarían lo más mínimo en cepillárselos, a ella y a sus chiquillos.

- Señora Tzimisce, ¿quién sois? Y ¿por qué habéis venido a esta ciudad?.

- Soy Dramiel, líder del clan Tzimisce antitribu que se ha adentrado en esta vuestra ciudad escapando de los licántropos y esperando que en vuestra magnánima bondad y sabiduría nos dieseis cobijo.

- Habéis de saber, que estamos siendo asediados por un grupo de congéneres vuestros del Sabbat y los primogénitos de la ciudad quieren veros muertos, pues no confían en vuestras intenciones.

- Sabíamos que estabais siendo atacados, y que por ello correríamos un gran peligro al entrar en vuestros dominios, pero aún así preferimos la muerte a manos de otros vástagos que seguir siendo aniquilados por esos malditos licántropos.

- Bien, hablaré con los primogénitos y les comunicaré vuestra petición, pero no os aseguro nada. De todas formas dentro de unos días convocaré una reunión, entre la primogenitura y vos, para que así pueda intentar convencerles usted misma de que nos podemos fiar de vosotros y de esa forma os dejen quedaros. Ahora Dramiel líder de los Tzimisce, levántate y márchate tu audiencia a llegado a su fin.

Después de oír estas palabras, Dramiel se levantó rápida pero suavemente procurando no realizar ningún movimiento brusco que pudiese alterar la relativa tranquilidad del príncipe, provocando así su ira; y volvió a su refugio para una vez allí contarle a sus chiquillos lo ocurrido en su reunión con el príncipe.

- Bien, ahora que estáis al corriente de todo, debo hablar a solas con Ibnoguz.

Se levanto de la silla en la que estaba sentada y le pidió a Ibnoguz que la acompañase, este se levantó también y la siguió.

- Ibnoguz, tu eres el mayor de mis chiquillos después de la muerte de tus hermanos Cananeniok y Mustraf a manos de Garnak y sus hombres, has de saber que eso conlleva unas responsabilidades para con el clan.

- Lo sé, que queréis que haga.

- Quiero que salgas de la ciudad.

- Pero eso supondría mi muerte.

- No, déjame terminar de hablar, no seas impertinente.

- Esta bien madre, no volveré a interrumpirla.

- Por tu bien espero que así sea. Como te iba diciendo quiero que salgas de la ciudad y te dirijas al oeste, tu misión consiste en encontrar un asentamiento setita, que cuenta con cerca de 2000 de estos inmortales, sé que la misión no es de tu agrado, pero es de vital importancia que la lleves a buen término, toma, este sello te será de utilidad para poder cumplir con tu misión.

Como te decía, debes de dirigirte hacia el oeste, durante tres o cuatro días, hasta llegar a la costa y después seguir hacia el norte hasta llegar al campamento setita, es imprescindible que no te desvíes de esta ruta por que sino podrías no llegar a tiempo. Para asegurarnos de que no pierdes mucho tiempo por el día, dos de nuestros Ghouls te acompañaran en tu viaje, así mientras tu descansas por el día, ellos podrán conducir el carro en el que irás escondido, para que los hombres lobo no te descubran al salir. Saldréis de la ciudad simulando ir a vender algunos de nuestros enseres para conseguir dinero y así poder comprar una vivienda digna de nuestras necesidades, tu irás escondido en un baúl, que formará parte de dichos enseres, no te preocupes es lo bastante amplio, como para que puedas realizar el viaje durante el día lo más cómodo posible.

- Pero, que es lo que queréis que haga una vez lleguemos a nuestro destino.

- Cuando llegues al asentamiento setita, muestra este sello a los guardias, te llevaran a ver a su señor, un vampiro que ya era viejo cuando mi señor era joven. Cuando te reciba cuéntale lo que sucede en esta ciudad, y dile que Dramiel, chiquilla de Lorelei, le implora que cumpla la palabra que hace más de 1000 años le dio a mi padre y que ahora en esta nuestra hora más aciaga venga a ayudarnos y de esta forma cumpla su promesa ayudándonos a liberar a esta ciudad de las tropas que amenazan con destruirla y así quedar libre de su compromiso, para con nuestro clan.

- Pero, que ocurrirá si el setita se niega a ayudarnos.

- Tranquilo, no se negará.

- ¿por qué?.

- Por que, le debe la vida a mi difunto señor, y cuando se enteró de su muerte envió un mensajero, para reafirmarse en su promesa.

- Madre, como sabes de la existencia de ese campamento.

- Por que el mensajero que me entregó el mensaje traía también un mapa en el cual figuraban todos los emplazamientos de los cuales disponía a lo largo de Europa.

- Y ¿cómo sabes que se encuentra precisamente en ese emplazamiento?.

- Por que hace casi dos meses, antes de la muerte de tu hermano Cananeniok, este me comunicó que mientras buscaba alimento en el pueblo en el que nos encontrábamos, escondidos de los licántropos por aquel entonces, había oído hablar a un grupo de setitas, que al parecer decían que debían preparar el asentamiento de la costa para la llegada de Neftis, su líder. Fue en ese momento cuando decidí que para escapar de los licántropos vendríamos a esta ciudad en la que ahora nos encontramos.

Prepárate, saldrás mañana, a mediodía, así cuando llegue la noche ya estarás fuera de peligro, date prisa, cuanto antes llegues al campamento setita, antes podrás volver con ellos y salvarnos a todos.

- Pero, ¿por qué no va usted?.

- Porque si salgo de la ciudad el príncipe podría pensar que intento engañarle y que en realidad estamos compinchados con los asaltantes.

Al llegar la hora de partir, los Ghouls cogieron el baúl en el que se encontraba metido Ibnoguz y lo cargaron en el carro, junto con otros enseres, simulando que partían de viaje hacia otra ciudad. De ese modo salieron sin llamar la atención de ninguno de los dos bandos.