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Movidas y paranoias: Mis Crónicas Vampíricas. Fascículo 19º.

Movidas y paranoias

23.12.07

Mis Crónicas Vampíricas. Fascículo 19º.

­ Así que según tú soy de lo más previsible. Pues bien Aquiles, seguro que esto no te lo esperabas. Dime, ¿qué piensas hacer ahora que tus aliados están muertos?. Confié en ti, y me traicionaste de nuevo, pero no podrás volver a hacerlo, por que voy a acabar contigo, aquí y ahora.

­ Demasiado tarde Mjolnir, deberías haber aprovechado el factor sorpresa y acabar conmigo cuando tuviste la oportunidad, pero no, tenías que ponerte a echar un discursito de los tuyos, pero ahora gracias a ti, y tu manía de perder el tiempo hablando estoy preparado para hacerte frente y derrotarte sin problemas. Pero ya que estamos con los discursitos voy a acabar de contarte el resto de mi historia si me lo permites.

Verás un tiempo después de entrar a formar parte de la organización en la que actualmente me encuentro, fui atacado por otra criatura, esta vez se trataba de un hombre lobo, un licántropo; como bien puedes ver no me mató, su intención era desde un principio convertirme en uno de ellos, y así lo hizo, y para asegurarse de que no me mataban mientras me estuviese transformando me llevó a su guarida, hasta que fuese lo bastante fuerte para defenderme yo sólo, mientras tanto me explicó por que lo había hecho. Dijo que necesitaba aliados dentro de la organización y que el mejor modo de conseguirlos era convirtiendo miembros de la misma, de ese modo, estaría siempre sobre avisó de los movimientos de la organización y así no lo podrían capturar por sorpresa.

Ellos eran humanos- dijo mientras señalaba a sus compañeros muertos.- y no sabían nada de esto, pero yo no lo soy, y ahora que me has descubierto no me queda más remedio que acabar con mi cometido antes de lo esperado, acabaré contigo y con los tuyos antes de lo previsto.

Dicho esto comenzó a transformarse, allí mismo, delante de mis propias narices. Horrorizado ante tal visión alcé el vuelo, y mientras me dirigía al Elíseo llamé a Tatyana y a Oswaldo por el móvil, para que se dirigiesen hacia allí lo mas rápidamente posible, por que había descubierto que Aquiles era en realidad un hombre lobo y que probablemente intentaría matarlos antes de ir a por el príncipe y la primogenitura, acto seguido llamé al príncipe y le conté lo que había sucedido, una vez terminé de hablar me ordenó volver al Elíseo, y me dijo que él mismo se encargaría de organizar la defensa del edificio llamando a todos los de la primogenitura, por que así sería más fácil protegerse del ataque del licántropo, y ellos a su vez traerían los suficientes refuerzos como para asegurar el lugar.

Una vez hube llegado al Elíseo, aquello parecía una lata de sardinas, nunca había visto tanto vampiro junto; al poco de llegar yo se cerraron las puertas y todos los ghouls de la ciudad se quedaron fuera del edificio vigilando en grupos de 15 ó 20, (todos menos Oswaldo , que estaba conmigo y con Tatyana), vigilando los posibles accesos que pudiese haber al interior del edificio.

Esa noche no hubo ningún movimiento por los alrededores del Elíseo.

A la noche siguiente, aquello era un caos, las reservas de sangre estaban casi agotadas y nadie se atrevía a salir del edificio por miedo a encontrarse con el licántropo; el príncipe se reunió con los miembros de la primogenitura, y decidieron que lo mejor era organizar una batida y salir en busca de la criatura, al fin y al cabo él era sólo uno y nosotros éramos miles, por lo tanto era absurdo estar asustados, la proporción era aplastantemente favorable para nosotros, por supuesto muchos morirían, pero al final la victoria sería nuestra. A las 12 de la noche comenzamos la búsqueda, organizados de tal forma que en cada grupo hubiese al menos dos miembros de cada clan, así nuestros poderes se complementarían y nos sería más fácil eliminarlo.